Maria Luisa: Oficio con Orgullo

Por: Carla López

Maria Luisa M tiene 54 años, nacida en la Ciudad de México, quien por cuestiones económicas solo término hasta tercer grado de primaria “siempre quise estudiar pero los recursos eran pocos…. la situación era difícil para mi familia”. Maria Luisa actualmente trabaja como afanadora para una empresa que brinda múltiples servicios de limpieza “llevo cuatro años trabajando de limpieza, antes trabaje por 30 años en una empresa de costura”.

La historia de Maria Luisa en el mundo laboral no ha variado mucho, durante 30 años trabajo de costurera pero decidió renunciar debido a que las jornadas de trabajo eran amplias y el desgaste físico aún más, al tener que pasar demasiado tiempo sentada “el trabajo que tenía antes era pesado y mal pagado por eso me salí” pero además le trajo consecuencias físicas “ahorita estoy muy mala de mi salud, de la ciática y aunque me manden tratamientos no se me quita y eso no me deja trabajar bien, porque tengo que caminar mucho de un servicio a otro”

Como única opción después de renunciar a la costura Maria Luisa comenzó a trabajar en esta empresa de limpieza la cual se destaca por contratar personas mayores a 50 años y con discapacidad para realizar dichas actividades “me metí a esta empresa de limpieza por mi edad pensé que no iba a encontrar en otro lado, además de que no me pidieron comprobante de estudios, solo mi IFE y mi acta de nacimiento. La paga es poca pero me alcanza por lo menos para comer”.

El contratar a personas mayores a 50 años se podría considerar como una contribución a la sociedad, sin embargo los sueldos son demasiado bajos y no cubren sus traslados de un servicio a otro, Maria Luisa camina a diario hasta 30 minutos, pero ¿Qué pasa con aquellos que tienen más de 60 años? “he tenido compañeros mayores que yo, ya están jubilados pero pues no les alcanza la pensión, y entran a trabajar aquí, pero ya ni se pueden agachar bien para exprimir la jerga y con trabajos andan para allá y para acá”.

Estos empleados están en busca de cubrir solo necesidades básicas como lo es el alimento y tener seguro social “lo que me ayuda mucho de trabajar aquí es que tengo mi seguro y puedo ir a mis revisiones mensuales, así cualquier emergencia tengo donde me atiendan”. Y aunque Maria Luisa ha sido discriminada en varios de sus servicios por ser del personal de limpieza ella se siente orgullosa de lo que hace “me gusta lo que hago, porque es fácil para mí y aunque me he encontrado clientes que me tratan muy mal también he encontrado gente buena que me trata amablemente y me apoya pero lo más importante que respeta mi trabajo”.